Los imprevistos ocurren y lamentablemente no los podemos predecir, por eso estar informado de las distintas maneras de estar protegido y tener presente recomendaciones de seguridad, muchas veces te ayudan a vivir más tranquilo.
Lo segundo: Los bienes materiales que, con el fruto del trabajo y esfuerzo de tu familia, han logrado obtener.
¿Por qué protegerlos?
Porque, pese a todo el cuidado y precauciones que tu familia pueda adoptar, no controlamos todo. Así, aunque nos cuidemos al máximo y nos preocupemos de nuestros bienes, pueden suceder eventos negativos que escapan a nuestro alcance.
En salud, una enfermedad de alto costo o no cubierta por tu sistema de salud.
En el trabajo, una cesantía que te genere problemas en tus compromisos.
En tu casa, un eventual robo o terremoto cuya ocurrencia y daños son impredecibles.
En tu auto, por mucho que lo cuides y manejes bien, pueden chocarte y además está el riesgo de robos.