Pagos mensuales

de pagos mensuales

Todos los meses tenemos una gran variedad de gastos y pagos que hacer. Algunos se repiten todos los meses, como el dividendo o el arriendo, y otros cada cierto tiempo, como el pago de la revisión técnica.

A su vez, hay gastos cuyo valor varía mes a mes, como la cuenta del agua, y otros que son fijos, como la cuenta del plan del celular. También hay gastos imprevistos como un tratamiento dental de urgencia.

Cómo podemos organizar

mejor nuestros gastos

Lo primero es definir los grandes grupos de bienes que necesitamos para nuestra vida familiar, ya que según estos distribuiremos cuánto de nuestro ingreso podemos y debemos destinar a cada uno. Revisemos en detalle algunos de los más importantes:

Alimentos y bebidas no alcohólicas:

Este es tal vez uno de los rubros más importantes (considera que, de los 300 bienes del IPC, 75 son de este grupo) por tanto, es fundamental planificar los gastos mensuales a través de una lista de compras y respetarla al máximo al momento de comprar, evitando ir al supermercado a cada rato, sino que hacerlo en forma quincenal o mensual para las compras principales.

Vestuario y calzado:

Hoy en día vemos una enorme variedad y calidad de vestuario, además de permanentes ofertas y promociones de todo tipo, las que pueden resultar muy tentadoras, traduciéndose en que muchas familias gasten más de la cuenta comprando artículos que realmente no necesitan y que, muchas veces, terminan en un closet, sin usar. Revisa tu closet, define que tipo de vestuario les falta o les faltará en el año a tu familia y planifica este gasto (considerando que siempre habrá que comprar algo de emergencia) anual y mensualmente y, si de verdad puedes, date un gusto de vez en cuando.

Vivienda y servicios básicos:

Tanto el arriendo, dividendo, contribuciones y gastos comunes son gastos fijos y periódicos, por lo que es importante conocerlos bien, ya que son los primeros pagos del mes. Revisa cada cierto tiempo la tasa de tu crédito hipotecario y, si se puede, negocia mejores condiciones; siempre será positivo para tu presupuesto usando para ello la Portabilidad Financiera. También hay gastos variables, como las cuentas de la luz, agua o gas, que, con un uso adecuado, puedes evitar pagos excesivos cuidando mejor tu dinero.

Bienes y servicios “varios”:

Acá encontramos la base de los gustos y los caprichos, y son la fuente del consumismo. Un perfume o una crema muy cara, el reloj de moda, entre otros, pueden llevar a gastar más de la cuenta en este ítem, por lo que es muy importante definir, si tus ingresos lo permiten, una cantidad mensual o un porcentaje de tus ingresos para estos fines. No sea cosa que, por darte el gusto, termines pagando el doble en intereses por endeudarte en consumir, lo que siempre es una mala decisión financiera. Consumir en sí no es malo, si lo es hacerlo con deuda.

Créditos y seguros:

Los créditos siempre son el espejo de un gasto en algo, por tanto, si pagas los alimentos con tarjeta de crédito, el gasto total debe pagarse al vencimiento del estado de cuenta. Es razonable pagar una cuota o dividendo por tu casa, tu auto (si el valor de este es acorde a tus ingresos) o por una necesidad imperiosa o importante. No lo sería pagar intereses por compras excesivas en bienes de consumo. Es muy importante cuidar tu plata: no uses créditos fáciles pero muy caros como el de los avances y siempre cotiza para obtener el CAE más bajo que puedas y así pagar el menor costo posible. Además, también gastamos en otros grupos de bienes importantes, tales como Educación, Salud, Transporte y Recreación. La cantidad y porcentaje de tu ingreso a destinar en cada grupo depende de tu familia y su composición, de tus necesidades y también de tus gustos y preferencias, así como de los ingresos que perciban. Conocer tu estructura de gastos es fundamental para que puedas construir y organizar tu presupuesto y así obtener el mejor rendimiento para tu dinero.